viernes, 19 de octubre de 2007

La eterna mudanza

Hace más de dos meses que empecé a mudarme, aún estoy en ello.

Problemas para una rápida mudanza:
1.- Que cuando te vayas de tu casa (la antigua) aún no tengas otra, y por lo tanto te instales en la de tu novia.
2.- Que cuando te estés instalando en su casa (Madrid) se te ocurra ir dos semanas de vacaciones por Galicia, y todo lo que eso conlleva (comer como un animal, beber, beber mucho, y engordar).
3.- Que cuando vuelvas de esas vacaciones tengas que buscar, y buscar, y buscar un piso para las dos.
4.- Que los pisos en Madrid sean tan caros, que casi todos den a un patio terrorífico interior, o que estén a tomar por culo del centro de Madrid.
5.- Que para alquilar te pidan un aval de un año (mierda, y yo sin trabajo).
6.- Que tengas sangre canaria y vayas a un ritmo más lento que los madrileños (inevitable aplatanamiento, uséase).
7.- Que cuando por fin encuentres la ansiada casa se te ocurra irte unos días de vacaciones a Menorca, y luego por qué no, una semanita a las Canarias a ver a la familia.

Vale, direis que lo de los viajecitos no son un problema, eso no lo discutiré, jeje.

En fin, que por fin tenemos piso, y llevamos lo más grande yéndonos de tiendas para ir amueblando un poquito y adecentando nuestro jumilde jogaarrr.

Consecuencias de una mudanza tan larga:
1. Durante estos dos meses y con tanto ir y venir, he desarrollado varias fobias. La primera es a las maletas, ya que después de tanto hacer y deshacer maletas, cargar con ellas y demás, ahora cada vez que voy por la calle y se cruza en mi camino alguien con una, huyo de su lado como si se tratara de Jose Manuel Parada. Ahora me dan miedín las bolsas llenas de platos y cubiertos, lámparas, cosas de cristal rompibles... brfuuuu... Además aborrezco a Ikea, las aglomeraciones de gentes con bolsas amarillas y carros de esos planos, aunque con los carros me estoy especializando en el deslizamiento sobre pista libre con trompo incluído.
2. Tengo los deditos y la espalda hechos polvo de montar muebles de Ikea. Vale si, son montafáciles y tal, pero es que una tiene sus limitaciones.
3. La cuenta bancaria ha bajado considerablemente. Esto simplemente es consecuencia de mudarse.

Nota: se aceptan obsequios tales como camas, silllones, toallas, botellas de ron, cazuelas, cervezas, sábanas, botellas de ginebra, latas de atún... cof cof...